Desde el miércoles 7 de septiembre Ruth Benzacar Galería de Arte presenta este proyecto de Ana Gallardo, surgido en el año 2009, que reactualiza un ritual de Oaxaca, donde la población acerca sus pedidos a la Virgen Milagrosa. Desde entonces, Ana Gallardo llevó esta obra a diversas ciudades: Casa América, Madrid, Bienal de Cuenca, Ecuador; Turinne Le Grosse, Bélgica; 56 Bienal de Venecia, entre otras.
El pedimento propone a través del manejo de estos materiales primarios, la tierra y agua, que las personas se conecten con un pensamiento sobre el propio futuro, que se vislumbren viejxs y creen un objeto con el barro, un objeto que represente una necesidad pensada para la propia vejez. En estos hechos mágicos, místicos, la artista describe la potencia de los pedidos y la fuerza que adquiere el deseo colectivo.
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Los pedimentos 2009-2015
“En México, en la zona de Oaxaca existe una virgen que se llama la virgen de Juquila. Su nombre se deriva del náhuatl, “Jukilla”, que significa lugar de la legumbre hermosa. El nombre correcto es “Xiu-quilla” contracción de “Xuhquililla”, que significa lugar en donde abunda el quelite azul, se compone de Xuih = azul, Quiliti = Quelite, la variante Tla, sufijo que denota abundancia.
La gente va a visitarla y pide deseos.
En este caso no solo dejan velas, sino que construyen en barro el objeto de sus deseos y pedidos. Es un lugar de mucha tradición. No hay una fecha exacta de cuando se dio origen a esa costumbre, tal vez tenga ya un siglo de estar en función, tampoco hay datos de quien fue el que dio la idea para realizar este acto de pedir.
Todos visitan este lugar y hacen ahí sus peticiones, casi la mayoría de las personas que desean algo lo elaboran de barro y lo dejan depositado en el santuario.”
Me sirvo de un ritual mexicano de la sierra de Oaxaca. Allí sobre la carretera, hay un santuario, hacia el cual la gente peregrina para pedir favores a una virgen milagrosa. Realizan su pedido en barro, con tierra y agua del lugar. Dejan su estatuilla, una al lado de otra, encimadas y a la intemperie.
Me apropié de este ritual con la intención de poder reflexionar sobre la intensidad que cobran ciertos hechos mágicos en la emoción humana. De qué manera, estos hechos, ejercen influencia en la memoria individual y en la colectiva. Cómo, la evocación de esos sucesos, ayudan al hombre a situarse en un canal de esperanza ante momentos irreversibles. Reflexionar sobre la posibilidad del sentido colectivo en un acto creador, en un acto de vida. La soledad, el misterio de la muerte y cómo la evocación de situaciones posibles y mágicas, desde el arte, han ayudado al hombre a situarse en un canal de esperanza.
El pedimento propone a través del manejo de estos materiales primarios, como son la tierra y el agua, que las personas se conecten con un pensamiento sobre el propio futuro, que se vislumbren viejxs. Les propongo hacer un objeto con el barro, un objeto que represente una necesidad pensada para la propia vejez.