SOFÍA DURRIEU

PROTOLITO / LIMEN

07/06 al 15/07

Dispositivo, ritual, instrumento, juego, festín, ridículo, gesto cotidiano.
PROTOLITO / LIMEN reúne tres grupos de trabajos de Sofía Durrieu, organizados en el cuerpo de la sala como si esta fuese un templo.

La exposición, acompañada con texto de Patricio Orellana, se desplegará en la Sala 1 de la galería y se podrá visitar hasta el 15 de julio.
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Protolito/Limen
Por Patricio Orellana

Desde el título de la muestra, Sofía Durrieu nos avisa que está detrás de algo primario, primitivo, previo, algo anterior a una forma que, por más antigua y perenne que parezca, no puede ser la primera. Un cuerpo que todavía aloja la promesa de una metamorfosis, pero la deja en suspenso, arrojándola a la imaginación: el protolito. También, sospecho, le debe haber atraído ese falso diminutivo, que reaparece en los nombres y descripciones de sus piezas (“Paisajito”, “cuerpitos azulejados”) y le otorga a ese concepto un poco nerd y abrumador un aire de sencillez y cotidianidad, una escala al alcance de la mano. El título se completa con otro término: “Limen”, que se detiene en los “pasos previos” a la entrada o salida hacia otro espacio, que pretende convertir un borde en una zona, un pasaje en un paisaje: un templo. Y que también nos invita a pulir una superficie áspera hasta volverla más apacible y receptiva. Y a limar.

La muestra reúne trabajos de diferentes grupos. Pero a todas las recorre un gesto que insiste: la búsqueda de volver sensibles procesos (hábitos, posturas, movimientos de energía) que tenemos automatizados. Un ejemplo es la manera en que Durrieu crea empalmes mecánicos para conectar fenómenos que en principio ocurren a distancia, como si empleara el instrumental remanente de las “sociedades disciplinarias” (esa fascinación por la delicadeza y el sadismo de las herramientas de la medicina quirúrgica) para desanudar los mecanismos igual de perversos de las “sociedades de control”. (La manera en que estas dos formas de poder aún conviven quedó más clara con los encierros asociados a la pandemia). Por eso Durrieu pudo ver, en esas gigantografías con agujeros en donde iría la cabeza para que los turistas pongan ahí la suya y se saquen fotos, resonancias de los tratamientos y retratos brutales de pacientes histéricas en La Salpêtrière en el siglo XIX.

Pero con “volver sensible” no quiero decir sólo visibilizar, como quien apuntara con una linterna a un cuerpo preexistente, de contornos precisos, que aguardara en la oscuridad. Volver sensible también es fabular. De ahí que algunas de las piezas de Durrieu remitan a personajes y ambientes del mundo fantástico: una carroza, un dragón, un lago, un cisne. Volver sensible es sentir, tocar y escuchar. “Un instrumento es también algo que suena”, apunta Durrieu en sus notas sobre la muestra: el gesto de transformar un objeto en un útil deja un resto, una vibración que sobra y que es el eco de otra posibilidad para esa mano y ese objeto. Como me recuerda Sofía que decía Atahualpa Yupanqui sobre los ejes de su carreta: “si a mí me gusta que suenen / ¿pa’ qué los quiero engrasar?”.

En una carta a su amigo Hélio Oiticica, Lygia Clark detalla que lo que le interesa es “la fantasmática del cuerpo, y no el cuerpo en sí”. La frase -que fascinó a Oiticica- no dice “representación” o “idea”, sino fantasmática, un término más dinámico (como el de “miembro fantasma”, o la percepción protésica de una parte supuestamente ausente) que anuda lo representativo, lo sensorial y lo afectivo, lo material y lo inmaterial, de una manera poética y hasta narrativa (el fantasma como metáfora y como personaje). Una zona “liminal” que se acerca lo más posible al contacto entre el cuerpo tal como lo sentimos “desde adentro” y la imagen que de él nos hacemos “desde afuera”. Sospecho que a eso apunta Durrieu cuando escribe cosas como “identidadcuerpoemocionpsiquisespiritu”. Y en sus trabajos maravillosos.

Obras

SOFIA DURRIEU Venus
2023 Prótesis dental, concha de ostra, bronce 11 x 10 x 5 cm
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Vertigo
2023 Azulejos, pastine, MDF, acero 24 x 103 x 31 cm
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Swan lake
2023 Bronce y hierro 63 x 70 x 45 cm
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Monje distraído
2022 Bronce y hierro 90 x 53 x 47 cm
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SOFIA DURRIEU Amoeba haus
2023 Bronce y hierro 77 x 23 x 30 cm
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Annnnntena
2023 Bronce y hierro 141 x 132 x 51 cm
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Charriot / Dragón
2023 Bronce y hierro 100 x 71 x 195 cm
Under
2023 Azulejo, pastina y MDF 77 x 47 x 46 cm
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Juicer
2023 Hierro, acero inoxidable, azulejos, pastina, decantador, velas, incienso, naranjas, vasos, repasador nido de abeja, cuchillo, granito, bronce, últimas naranjas 210 x 120 cm
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Tank-you
2023 Hierro, aluminio, acrílico espejado 113 x 270 x 130 cm
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